Recientemente se ha formado un consenso mundial respecto a la preocupación por el uso de la energía en las actividades humanas. Factores como el cambio climático han propiciado la reflexión acerca del daño que el actual esquema industrial, basado en la energía fósil, produce en el medio ambiente. Son cada vez más abundantes, más apremiantes, las voces que claman por buscar alternativas a este régimen que actúa en perjuicio de la salud ambiental y el desarrollo sostenible del planeta.
En esta coyuntura ha surgido el interés por encontrar y utilizar energías que reduzcan la contaminación, sean renovables y económicamente competitivas con los hidrocarburos. Éstas son las energías alternativas. Las más utilizadas son la solar, eólica, geotérmica, de biomasa, y aquella generada por la combustión de vegetales, tal es el caso de los biocombustibles.
Dentro del consumo energético, el transporte implica una porción sustancial. De hecho, en México absorbe alrededor del 42.5%. Mientras que la industria, por ejemplo, utiliza el 38.6%. Es decir, la energía destinada al sector transporte representa un rubro fundamental dentro de la planeación nacional. Por esta razón, es necesario buscar medios de transporte alimentados por biocombustibles o por energía solar. En realidad, ésta parece con un futuro más prometedor, dadas las posibilidades que ofrece en términos de sustentabilidad.
El sector transporte tuvo un consumo de energía de 1,864.4 PJ en 2005, lo cual indica un decremento de 2.5% respecto a 2004. De este total, las gasolinas aportaron 64.1%, el diesel 26.3%, los querosenos 6.0%, el gas licuado 3.1%, la electricidad 0.2%, el combustóleo 0.2% y el gas seco 0.04%. En materia de transporte, en el 2005 los consumos de combustible de los sectores aéreo, autotransporte, eléctrico y ferroviario decrecieron 4.4, 2.4, 0.6 y 3.7% respectivamente, mientras que el marítimo creció 2.8%.
Es posible establecer una comparación entre el consumo energético en 1992 y en 2005; de hecho, en este periodo hay cambios evidentes. El sector transporte sufrió un incremento de 3%. Los sectores industrial y residencial, por su parte, decrecieron ligeramente. Esto se refiere, claro está, al uso en proporción. En buena medida el incremento en materia de transportes responde al crecimiento acelerado de la adquisición de automóviles, tanto nuevos como usados. En la última década la capacidad de adquisición de un automóvil fue mayor que antaño. Por otro lado, las campañas de ahorro de energía surtieron un efecto mínimo en los hogares. Asimismo, el cambio observado en el sector industrial, el cual redujo considerablemente su consumo de energía, responde probablemente al manejo eficiente de los procesos de producción, acompañados de la implementación de esquemas de producción estrictamente planeados.
Ahora bien, en el ámbito regional hay por un lado, problemas graves, y por el otro, posibilidades reales para el desarrollo de energía alternativa, especialmente del tipo solar. Las condiciones geográficas del Estado lo ponen en una posición privilegiada; dada la enorme extensión del desierto cuya captación de radiación solar es abundante, es posible establecer grandes proyectos como las torres solares. De hecho, ya se habla de dos sitios para su colocación: Agua Prieta y San Luis Río Colorado. Ambos proyectos se encuentran en proceso de gestión entre los inversionistas y el Gobierno del Estado. La torre solar de San Luis R.C., se proyecta, produciría 50-70 megavatios y su inversión inicial rondaría los 150 millones de dólares. Esta inversión es relativamente menor, si se considera que la torre que se planea construir en Australia (de mayor tamaño) se estima en una inversión de 1000 millones de dólares.
Durante la entrevista realizada al Dr. Christopher Watts del Departamento de Física de la Universidad de Sonora, éste señaló que existe una falta de visión sobre el desarrollo energético en el Estado, ya que debido a su disposición geográfica diversas acciones podrían implementarse. Sin embargo, reconoció también que paulatinamente se empiezan a incorporar tecnologías como los vehículos híbridos, los cuales reducen considerablemente la contaminación. Estos automóviles combinan el uso de la energía eléctrica con el del combustible, reduciendo así la polución generada. El coche híbrido más conocido es el Toyota Prius, comercializado desde 1997. En países como España se otorga un incentivo equivalente a 3000 euros a aquellas personas que adquieran un Toyota Prius; en Holando, el monto alcanza los 6000 euros.
En España, Alemania, Noruega, Australia, Francia y Estados Unidos se han puesto en marcha diversos proyectos orientados al aprovechamiento de la energía solar. Recientemente se ha aprobado la construcción del Parque Solar de Waldpolenz, el cual será el sistema de energía fotovoltaica más grande del mundo. Generará 40,000MWh de electricidad por año. Su construcción será concluida en el 2009. El costo de inversión del proyecto asciende a 130 millones de euros. España, por su parte, se ha propuesto hacia el 2012 obtener el 12% de su energía de fuentes renovables.
Apuntó el Dr. Watts que, si consideramos el plano económico, cuando pagamos un litro de gasolina pagamos el impuesto recaudado por el Gobierno, pero no el daño que causamos al ambiente. “Vamos a pagar esos costos. Lo que ahora no pagamos con pesos, lo pagaremos con problemas”. El daño al ambiente no es barato, “si sumamos los daños, es más caro”, dice. Explicó, también, que todo proyecto requiere de una inversión costosa en un principio; el cambio de un sistema a otro implica un esfuerzo inicial.
Hacia el final de la entrevista, el profesor Watts recalcó que el bajo aprovechamiento de las energías alternativas en Sonora no se debe únicamente a la falta de visión, sino al problema que enfrentan en términos de competitividad. Éste es, dijo, el gran reto a superar. No obstante, subrayó la importancia de tener una visión a largo plazo. “El futuro deja en un momento deja de ser el futuro. Pasa a ser el presente. Si no tienes planes vas a tener dificultades”. Es decir, si no subordinamos el costo inicial al beneficio en el futuro, enfrentaremos graves problemáticas, algunas de las cuales ya son evidentes e irreversibles.
En esta coyuntura ha surgido el interés por encontrar y utilizar energías que reduzcan la contaminación, sean renovables y económicamente competitivas con los hidrocarburos. Éstas son las energías alternativas. Las más utilizadas son la solar, eólica, geotérmica, de biomasa, y aquella generada por la combustión de vegetales, tal es el caso de los biocombustibles.
Dentro del consumo energético, el transporte implica una porción sustancial. De hecho, en México absorbe alrededor del 42.5%. Mientras que la industria, por ejemplo, utiliza el 38.6%. Es decir, la energía destinada al sector transporte representa un rubro fundamental dentro de la planeación nacional. Por esta razón, es necesario buscar medios de transporte alimentados por biocombustibles o por energía solar. En realidad, ésta parece con un futuro más prometedor, dadas las posibilidades que ofrece en términos de sustentabilidad.
El sector transporte tuvo un consumo de energía de 1,864.4 PJ en 2005, lo cual indica un decremento de 2.5% respecto a 2004. De este total, las gasolinas aportaron 64.1%, el diesel 26.3%, los querosenos 6.0%, el gas licuado 3.1%, la electricidad 0.2%, el combustóleo 0.2% y el gas seco 0.04%. En materia de transporte, en el 2005 los consumos de combustible de los sectores aéreo, autotransporte, eléctrico y ferroviario decrecieron 4.4, 2.4, 0.6 y 3.7% respectivamente, mientras que el marítimo creció 2.8%.
Es posible establecer una comparación entre el consumo energético en 1992 y en 2005; de hecho, en este periodo hay cambios evidentes. El sector transporte sufrió un incremento de 3%. Los sectores industrial y residencial, por su parte, decrecieron ligeramente. Esto se refiere, claro está, al uso en proporción. En buena medida el incremento en materia de transportes responde al crecimiento acelerado de la adquisición de automóviles, tanto nuevos como usados. En la última década la capacidad de adquisición de un automóvil fue mayor que antaño. Por otro lado, las campañas de ahorro de energía surtieron un efecto mínimo en los hogares. Asimismo, el cambio observado en el sector industrial, el cual redujo considerablemente su consumo de energía, responde probablemente al manejo eficiente de los procesos de producción, acompañados de la implementación de esquemas de producción estrictamente planeados.
Ahora bien, en el ámbito regional hay por un lado, problemas graves, y por el otro, posibilidades reales para el desarrollo de energía alternativa, especialmente del tipo solar. Las condiciones geográficas del Estado lo ponen en una posición privilegiada; dada la enorme extensión del desierto cuya captación de radiación solar es abundante, es posible establecer grandes proyectos como las torres solares. De hecho, ya se habla de dos sitios para su colocación: Agua Prieta y San Luis Río Colorado. Ambos proyectos se encuentran en proceso de gestión entre los inversionistas y el Gobierno del Estado. La torre solar de San Luis R.C., se proyecta, produciría 50-70 megavatios y su inversión inicial rondaría los 150 millones de dólares. Esta inversión es relativamente menor, si se considera que la torre que se planea construir en Australia (de mayor tamaño) se estima en una inversión de 1000 millones de dólares.
Durante la entrevista realizada al Dr. Christopher Watts del Departamento de Física de la Universidad de Sonora, éste señaló que existe una falta de visión sobre el desarrollo energético en el Estado, ya que debido a su disposición geográfica diversas acciones podrían implementarse. Sin embargo, reconoció también que paulatinamente se empiezan a incorporar tecnologías como los vehículos híbridos, los cuales reducen considerablemente la contaminación. Estos automóviles combinan el uso de la energía eléctrica con el del combustible, reduciendo así la polución generada. El coche híbrido más conocido es el Toyota Prius, comercializado desde 1997. En países como España se otorga un incentivo equivalente a 3000 euros a aquellas personas que adquieran un Toyota Prius; en Holando, el monto alcanza los 6000 euros.
En España, Alemania, Noruega, Australia, Francia y Estados Unidos se han puesto en marcha diversos proyectos orientados al aprovechamiento de la energía solar. Recientemente se ha aprobado la construcción del Parque Solar de Waldpolenz, el cual será el sistema de energía fotovoltaica más grande del mundo. Generará 40,000MWh de electricidad por año. Su construcción será concluida en el 2009. El costo de inversión del proyecto asciende a 130 millones de euros. España, por su parte, se ha propuesto hacia el 2012 obtener el 12% de su energía de fuentes renovables.
Apuntó el Dr. Watts que, si consideramos el plano económico, cuando pagamos un litro de gasolina pagamos el impuesto recaudado por el Gobierno, pero no el daño que causamos al ambiente. “Vamos a pagar esos costos. Lo que ahora no pagamos con pesos, lo pagaremos con problemas”. El daño al ambiente no es barato, “si sumamos los daños, es más caro”, dice. Explicó, también, que todo proyecto requiere de una inversión costosa en un principio; el cambio de un sistema a otro implica un esfuerzo inicial.
Hacia el final de la entrevista, el profesor Watts recalcó que el bajo aprovechamiento de las energías alternativas en Sonora no se debe únicamente a la falta de visión, sino al problema que enfrentan en términos de competitividad. Éste es, dijo, el gran reto a superar. No obstante, subrayó la importancia de tener una visión a largo plazo. “El futuro deja en un momento deja de ser el futuro. Pasa a ser el presente. Si no tienes planes vas a tener dificultades”. Es decir, si no subordinamos el costo inicial al beneficio en el futuro, enfrentaremos graves problemáticas, algunas de las cuales ya son evidentes e irreversibles.
